Nuestro organismo está recubierto con cerca de dos metros cuadrados de piel, lo que equivale a unos cinco quilos de tejido. De forma tal que la piel es el órgano más grande y extenso del cuerpo y, con frecuencia, el órgano más maltratado.
Porque sí, y tal como los habéis leído: la piel es un órgano.
Y es que vosotros lo sabéis, todos lo sabemos:
La piel es un órgano.
El detalle está en que no la asumimos como tal.
Es decir, si os preguntan por un órgano del cuerpo esencial para la vida, todos, sin excepción, levantáis la mano para decir cosas como:
Corazón, cerebro, pulmones, riñones… y así hasta el infinito de la anatomía.
Pero nunca os pasa por la cabeza decir que la piel es un órgano.
Es que, no la asumimos como tal.
Para nosotros los órganos son: el hígado, el páncreas. La piel en cambio, es una especie de aditamento. Un elemento que forma parte del cuerpo, lo envuelve, lo resguarda, pero nada más.
¿Vosotros, sabéis qué es la piel?
La piel, como os decíamos al comienzo, es un órgano y el sistema más grande de todo el cuerpo. Esta se compone de varias capas de tejido ectodérmico y cumple la importante función de mantener resguardados a los músculos, huesos, articulaciones, y al resto de nuestros órganos internos.
Pero, además, la piel, aparte de protegernos, también es responsable de nuestra relación con nuestro entorno, esto es posible a través del sentido del tacto que se encuentra, principalmente, en el tejido dérmico.
Este tejido se divide en capas: epidermis, dermis e hipodermis. Mientras que la estructura de la piel está compuesta por una serie de corpúsculos que son unos mecanismos receptores que hacen posible el tacto.
La piel, un órgano que requiere más y mejores atenciones
Pese a que la piel es el sistema más grande de todo nuestro cuerpo, es mucho lo que ignoramos al respecto. Estamos informados acerca de otros aspectos de nuestra fisiología y hacemos esfuerzos para prevenir enfermedades en otros órganos o sistemas, pero pasamos de cuidar la piel.
Una buena forma de mantener nuestra piel sana es aplicando una crema con ingredientes naturales que regenere la células de la piel.
¿Cómo dañamos nuestra piel?
Casi sin ser consciente de ello, a cada instante, exponemos a nuestra piel a una serie de elementos que la deterioran.
El maltrato muchas veces comienza sin saberlo y con la mejor intención, es que apenas comenzar el día, lo que solemos hacer es tomar un baño y frotar nuestro cuerpo con una barra de jabón que conteniente ingredientes que lejos de beneficiarnos, nos perjudican.
Los rayos solares, aunque necesarios y beneficiosos para la vida y la salud en cantidades moderadas; también pueden causar daños irreversibles a nuestra piel.
¿Cómo?
Esto se debe a que los rayos solares se componen de distintos tipos de radiaciones más allá de la luz visible. Entre estas formas de radiación se encuentran los rayos ultravioleta también conocidos como rayos UV, capaces de producir quemaduras y provocar daños no solo a nivel superficial.